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Las últimas veces que hemos tenido que hacer alguna tarta hemos disfrutado mucho. Y es que siendo para los de casa, los nervios por como saldrá se esfuman. Vale que somos igual o más críticas con nosotras mismas y con el trabajo que realizamos, poniendo el mismo empeño y cuidando muy mucho el detalle, pero no existe presión. Y no se si será por este motivo o por la experiencia que poco a poco vamos adquiriendo, pero creo que cada vez son más refinadas. Y yo estoy muy contenta con el resultado final. Una base de bizcocho de vainilla acompañado de una buttercream esenciada también con vainilla, son la base para esta tarta totalmente playera, en la que creo que no cabe la menor duda de a quién va dirigida, a un amante del surf. Con toda clase de detalles, hemos simulado una pequeña playa rodeada de olas. Un gusto para la vista y para el paladar.
Espero que os guste, ya que a mi me gustó mucho hacerla.
¡Feliz Martes!